sábado, 10 de noviembre de 2012

Misterio y miedo


Eran las doce de la medianoche cuando Vicente y Carlos entraron en el cementerio a dar una vuelta. Era una fría noche de invierno y en el cementerio había un silencio incómodo. Ellos iban con mucho cuidado, observando en todo momento por si aparecía un espíritu o algún fantasma. Estaba muy oscuro, solo les alumbraba la luz de la luna. De repente sopló una gran ráfaga de aire y oyeron sonido extraños. Decidieron volver a la entrada, pero las nubes taparon la luna y apenas se veía nada. Estaban muy asustados. De repente vieron una luz y pensaron que era un fantasma, así que empezaron a correr. Estuvieron toda la noche despiertos, corriendo por el cementerio, hasta que amaneció.
Nunca supieron que era esa luz y tampoco volvieron a acercarse al cementerio, ni siquiera de día.

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